El perdón, nuestra prisión o nuestra liberación

Somos prisioneros del dolor y el resentimiento, y el perdón es una de las llaves que puede ayudarnos a liberarnos.

Cuando algo no nos gusta o alguien nos hace daño, disparamos emociones negativas como la rabia, el rencor, tristeza, etc. Esto a su vez dispara que cambiemos la postura corporal, y que nos digamos cosas internamente nada agradables, incluso que cuando tengamos oportunidad las expresemos a otras personas, para que compartan nuestro dolor. Esto si se hace repetitivamente podemos incluso llegar a somatizar enfermedades.

Sin embargo cuando algo nos gusta, ocurre justo lo contrario, las emociones son positivas, el dialogo interno y externo es positivo, y esto nos conduce a un estado de plenitud y felicidad, incluso pudiendo llegar a un estado como cuando estamos enamorados, donde todo es precioso.

La cuestión es: ¿podemos acercarnos a tener más emociones positivas y menos negativas? Es posible.

Una de las formas, es perdonando, liberando la cadena que supone llevar ese dolor y rencor en nosotros, y dejar paso a emociones mejores.

Lo primero es darnos cuenta que si no perdonamos nos quedamos atados al pasado, al momento y la persona que provocó la situación. Mientras que perdonar nos lleva a relajarnos, liberarnos, darnos la oportunidad de un futuro mejor, a tener la oportunidad de ser feliz.

Las barreras que muchas veces nos dificultan perdonar son creencias como:

• Si perdono, pierdo.
• No es culpa mía, es toda suya.
• Es más fácil ser víctima que aceptar la responsabilidad.
• Tiene que pagar por lo que me ha hecho.
• Hasta que no me vengue estaré sufriendo.
• Por protegerme no debo perdonar.

Si estás convencido de que en el perdón encontrarás esa liberación que tanto ansías, aquí te muestro 8 sencillos pasos con los que puedes lograrlo:

1. En primer lugar has de perdonarte a ti mismo por lo ocurrido o cualquier otra cosa que tengas en mente.
2. En papel, haz una lista de las personas a las que sientas que tienes algo que perdonar. Y elige la primera para trabajar el resto de puntos, cuando finalices estos puntos siguientes, pasa a otra persona.
3. En papel y con lápiz, expresa como te sientes con respecto a ellas. Es algo que solo vas a leer tú, por lo que escríbelo tal cual lo sientes.
4. Busca los motivos de ¿por qué hizo lo que hizo?. Puede ayudarte pensar en cuál era el entorno, sus deseos, sus miedos, que edad tenía, etc.
5. En un papel a parte, y con bolígrafo, escribe todo lo que puedes agradecer a esa persona. Igualmente solo lo leerás tú, por lo que escríbelo como lo sientes.
6. Escribe en otro papel, en forma de lista los motivos por los que has de perdonar a esa persona.
7. Y en otro papel, escribe qué has aprendido con todo esto.
8. Ya el último paso, y muy importante, da gracias por darte cuenta y liberarte de esta cadena. Cuantas más veces las des, y cuanta más conciencia pongas cuando lo hagas, mayor liberación sentirás.

En ocasiones realizar estos pasos en solitario se hace difícil, y es aquí cuando el acompañamiento de un coach puede ser de total ayuda, si así lo consideras y me necesitas, no dudes en contactarme.

Espero que todo esto te ayude a vivir una vida más libre y plena.