Nada está perdido

Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.

Julio Cortázar.

Muchas veces perdemos más cuando nos agarramos a algo, que ya en realidad, no tenemos, no está con nosotros, esto puede ser un puesto de trabajo, puede ser un derecho, un confort, una casa, unos metros cuadrados o incluso una relación personal, el sufrimiento se apodera de nosotros porque lo que «debería» ser y no es. El futuro se tiñe de colores oscuros y puede llegar a dar miedo despertar y encontrarse con esa «realidad».

Esa es una opción, pero paremos a pensar un momento, en realidad todo eso ocurre en nuestra cabeza, en realidad nadie nunca nos aseguro nada, ni el nacer siquiera asegura vivir, ni el morir asegura ser el fin, personalmente no creo en los «debería», más que nada porque cuanto más crees en ellos antes llega alguien o la vida misma y te demuestra que lo que debería ser ya no debe ser, que nada está asegurado, y que muchas veces perdemos y sufrimos más cuando no queremos reconocer y aceptar la realidad que vivimos y nos creamos otra en nuestra mente. Ahora bien, cuando aceptamos la realidad de nuestra vida, cuando aceptamos que esto es lo que es hoy, y que lo que sea mañana dependerá en gran medida por no decir al 110% de lo que hagamos hoy, nuestro futuro realmente puede cambiar a mejor y mucho antes de lo que nos podemos imaginar.

Trabajar y ser creativo desde los «debería ser y no es» no tiene tan buenos resultados como trabajar desde el «hoy es y mañana podría ser», te invito a que observes cuál es tu realidad, y que desde ahí agradezcas la realidad que en su momento fue, el disfrute que hiciste de ella, y que ahora cojas los recursos que tienes y trabajes con ellos para crear un nuevo futuro.