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La clave de la productividad, escondida desde hace 20 siglos

Hace más de dos mil años, que Marco Tulio Cicerón nos dio una de las claves más importantes, para ser productivos y eficientes, no solo para sentirnos libres, establecer determinadas reglas a las que ceñirnos, para los casos que sabemos que se dan con frecuencia, y así evitar reinventar la rueda, cada vez que se nos presenta una situación similar.

No solo en el terreno de la ley, también en cualquier profesión, hay determinadas situaciones o trabajos, que siempre se suelen resolver de la misma forma, y en las que evitamos pérdidas de tiempo, pensando en cómo hacerlo (para volver a resolverlo como es habitual), si establecemos un procedimiento de cuál es la mejor forma de realizarlo. Además, esto facilita que el nivel de calidad del resultado, sea el mismo que en otras ocasiones, lo que también es positivo.

Y aunque estos motivos, ya son más que suficientes para determinar procedimientos, rutinas, etc. se añade, que una vez establecidas estas detalladas instrucciones, de cómo hay que proceder en cada caso, podemos delegar más fácilmente el trabajo en otra persona, lo que redunda en más beneficio aun.

Por otro lado, respecto a la libertad que nos proporciona trabajar de este modo, tenemos dos perspectivas:

En muchas ocasiones se puede pensar, que las reglas estrictas pueden limitar la creatividad, y por ello, es mejor trabajar de forma más anárquica, pero en verdad no estoy nada de acuerdo en ello. Todo tiene su momento y su lugar, y considero que trabajar con estructura y procedimientos, ayuda a avanzar más rápidamente y más creativamente. No puedes estar siendo creativo constantemente, porque entonces el avance será muy lento.

Pongamos un ejemplo, tienes un proyecto que puede dividirse en partes, que a su vez se podrán clasificar en dos tipos de categorías, aquellas que pueden aportar gran valor al conjunto, y las que son meramente necesarias, pero no aportan tanto valor. Estas últimas, bien podría ser interesante, dedicar un tiempo a pensar la mejor forma de realizarlas, ser todo lo creativos que queramos y podamos, y una vez resuelto, procedimentarlo y convertirlo en ley. De forma, que nuestra mente y nuestro tiempo, puedan poner la atención en aquellas cosas, que realmente aportan valor al resultado final. De esta forma, no solo nos sentiremos libres, sino que de verdad seremos libres para poder dedicar atención, tiempo, recursos y creatividad a aquello que es realmente importante.

¿A ti qué te gusta más, trabajar con procedimientos o sin ellos? te invito a que dejes tu reflexión más abajo en los comentarios, así juntos ¡podremos aprender mucho más! Y si este contenido te ha gustado y lo encuentras inspirador, compártelo en tus redes sociales, juntos podemos hacer que muchas más personas trabajen de forma más eficiente, lo que terminará redundando en un beneficio para todos.

Aquí tienes un cuaderno de trabajo, con el que podrás comenzar a determinar qué procedimientos de tu trabajo necesitas para lograr mejores resultados y cómo hacerlo.

No lo dejes para otro día, bájatelo ahora mismo, y comienza ya a ser más productivo y eficiente, tus resultados cambiarán en muy poco tiempo.

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