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Cómo disparar tu productividad y tu disfrute, poniendo límites

Como siempre, con su tono humorístico e irónico, Groucho Marx, nos deleita con su productiva sabiduría: «el problema de no hacer nada es, que nunca sabes cuándo has terminado». Se puede decir más alto, pero no más claro.

De esta incisiva sabiduría podemos sacar, al menos dos aprendizajes:

  1. Hay que poner límites a todo, tanto al trabajo como al descanso.
  2. Trabajo y descanso, son una pareja que mal viven, cuando están solos.

El problema más habitual del trabajador moderno, y en especial del que trabaja desde casa, ya sea por cuenta propia o por cuenta ajena, es poner límites a la cantidad de tiempo que pasa trabajando. Habitualmente tenemos una lista de tareas pendientes, que perfectamente sería imposible realizarla toda, ni en dos o tres vidas, pero ahí estamos nosotros, intentando dedicar una hora más, como si muchas veces, esto fuera a cambiar algo.

Que conste, que yo defiendo que siempre, hay que ir un poco más lejos, esforzarse más, y sinceramente, no creo en las jornadas de 8 horas, ni en las de 12, ni en las de 6. Creo en lograr objetivos, en obtener resultados, y esto a veces, puede lograrse en 5 horas, y otras en 12. Y también creo, en la recompensa del esfuerzo con inteligencia, no se trata de trabajar más horas por trabajarlas, sino en si está siendo productivo. Nadie logro nada realmente grande en la historia de la humanidad, haciendo un horario de lunes a viernes de 8 horas diarias. Si alguien no está de acuerdo, le invito a que deje en los comentarios la referencia histórica, en la que se demuestra, y así todo podremos aprender, que esto es posible, yo aún no he encontrado ese hito histórico.

Pero sí creo, que tenemos que ponernos límites al trabajar, y por supuesto, como dice Groucho muy agudamente, al descansar. De esa forma, podremos optimizar nuestro nivel de productividad, y nuestro nivel de disfrute también, por supuesto. Para ello, considero que tenemos que tener un buen nivel de observación, de cuál está siendo nuestro rendimiento, y en base a ello, decidir si continuamos o si hacemos una parada, y de este modo, poder mejorar nuestro nivel de competencia, durante el tiempo que estamos trabajando.

Además, como decía antes, cuando trabajamos por encima de lo que es humanamente razonable (cada uno tenemos una medida para ese concepto), es importante “obligarnos” a parar, porque de no hacerlo, lograríamos quemarnos, y alcanzar ese famoso burnout que llaman los anglosajones.

Incluso cada cierto tiempo, tres o seis meses, puede ser una buena medida, tomarnos unas vacaciones de nosotros mismos, porque esto, nos permitirá recargar energía, tomar perspectiva y ver las cosas desde otro ángulo más amplio.

En una biografía de Bill Gates que leí hace muchos años, decía que siendo ya Microsoft una empresa importante, pero cuando aún estaba en sus años de gran crecimiento (antes de Windows 95), sus vacaciones consistían principalmente, en parar 15 días y navegar en barco, y durante este, leía libros de física y otras materias similares, que nada tenían que ver con su actividad profesional. Por si no lo sabes, te diré que Bill, siempre ha tenido fama de dedicar una ingente cantidad de horas a trabajar, incluso en alguna ocasión que otra (incluso cuando su empresa contaba ya, con más de 100 empleados), ha sido encontrando durmiendo, sobre la moqueta de su despacho. Bien, pues incluso un empresario que tiene este nivel de dedicación a su trabajo, se toma su tiempo para desconectar, para introducir en su cabeza, otro tipo de información que no es la habitual, de forma que facilita recuperar energía, y además permite que sus sentidos, también se nutran de otro tipo impactos muy distintos a los habituales (oficina vs. velero). Por cierto, te recomiendo que eches un vistazo a la web personal de Bill Gates (en ingles), donde comparte información muy interesante, además de sus listas de libros recomendados.

Y también apuntábamos antes, a la inseparable pareja que forman “trabajo & descanso”. Cuando no están felizmente juntos, pueden lograr que nuestra vida sea un desastre, y que nos sintamos insatisfechos o al menos no experimentemos la plenitud que sería deseable. ¿Qué sucede cuando todo en tu vida es trabajo? ¿qué sucede cuando dispones de un exceso de descanso? Sé que podrías pensar, que el descanso nunca conoce el exceso, pero yo creo que sí. He oído a muchas personas decirme, que cuando llevan más de 3 semanas de vacaciones, comienzan a aburrirse. También se podría afirmarse que eso, es porque son muy aburridos, con la de cosas que se puede hacer, como viajar, etc. Pero ahora en serio, párate a pensarlo un momento. Si tu trabajo te gusta, y espero que así sea (si no fuera así, ¿a qué esperas a cambiar de trabajo o emprender?) ¿no desearías, antes o después volver a realizar esas tareas que te gustan? ¿no te gustaría poder avanzar en tus proyectos y alcanzar los resultados que deseas?

Una buena productividad y un buen rendimiento, requiere que exista el adecuado equilibrio entre trabajo y descanso. Cada uno ha de proporcionarnos beneficios a nuestro cuerpo y nuestra mente, como el sentirnos realizados, el saber que estamos creciendo, el disfrute, el reposo, la perspectiva que dan unas vacaciones, la reconexión con nosotros mismos de vez en cuando, tanto en el trabajo como en el descanso, etc.

Así que como bien indica Groucho, todo tiene un inicio y a de tener un final, y el trabajo y el descanso, mejor cuando conviven armoniosamente.

¿Qué opinas al respecto? Me encantaría que nos contaras tu caso, tu situación, más abajo en los comentarios, compartiendo nuestras experiencias, no solo nos enriquecemos nosotros mismos, sino que ayudamos a los demás a ver otras posibilidades. Y si te ha parecido interesante este contenido y que aporta valor, te animo a que lo compartas en tus redes sociales, juntos podemos hacer que muchas más personas, logren un nivel superior de productividad y dejen de quemarse.