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Por qué no queremos perder…

José Miguel en su muy recomendable post «Todo lo que Ganas cuando Sabes Perder» nos plantea algo realmente importante. Efectivamente si aprendiéramos a aceptar la perdida y rápidamente nos volviéramos a poner en el camino de nuestros objetivos lograríamos mas éxitos en mucho menos tiempo (y esto incluye el pararse a aprender de esa perdida, ¿qué ha fallado?).

Y es entonces cuando aparece la pregunta: «ya y ¿cómo lo hago?».

Ganar o Perder

Antes de ver el cómo, veamos el ¿por qué nos aferramos a ese mal resultado y no aceptamos la perdida y continuamos?. El ser humano es un ser emocional que vive entre el alejamiento del dolor y el acercamiento al placer. Si no aceptamos y continuamos, es porque a priori prevemos un mayor sufrimiento a aceptar la pérdida que a no aceptarla. Esta percepción con toda probabilidad cambiará si jugamos a verlo al largo plazo, en lugar del corto plazo que es como solemos ver este tipo de situaciones. En esa visión mas amplia podremos ver que esta pérdida no es mas que un matiz en la pintura que detalla el viaje a nuestros objetivos.

Y ahora ¿cómo cambiamos nuestra percepción y en consecuencia nuestro estado emocional con respecto a ese fracaso?, asociando una fuerte emoción negativa a no aceptar y avanzar, y una intensa emoción positiva a aceptar la perdida y avanzar.

Y esto ¿cómo se hace?. Con PNL (Programación NeuroLingüística) podría realizarse el siguiente ejercicio:

  1. Imagina a dónde te llevará la no aceptación de haber perdido.
  2. Intensifica esa emoción.
  3. Oscurece lo que te estas imaginando, oscurécelo más aun.
  4. Físicamente encógete.
  5. Siente el dolor de seguir en ese estado durante 1 año.

Ahora ponte de pie de un salto, da tres palmadas fuertes.

  1. Ahora intensifica lo positivo de aceptar y continuar en pos de tus objetivos.
  2. Estando de pie mira hacia el cielo a unos 45 grados por encima del horizonte.
  3. Cierra los ojos y ve como consigues tu objetivo gracias a haber aceptado y continuado.
  4. Pon brillo a lo que ves, intensifica la luz.
  5. ¿Qué te dirás cuando lo consigas?.
  6. Grítalo en alto, ¡que se oiga bien alto!.

Ahora has cambiado tu asociación al echo de aceptar la perdida y seguir caminando hacia tus sueños. Un emprendedor guerrillero controla sus emociones, y no al contrario.