DesdeLaTrinchera.com

Mejor cambia tú, que yo soy perfecto

No hace mucho publiqué un post preguntando si prefieres ser zanahoria, huevo o café, y para mi sorpresa la absoluta mayoría de las personas que se pronunciaron públicamente a excepción de una, dijeron sin dudarlo que café.

Café es el deseo de cambiar a todos sin cambiarse uno mismo, y la verdad que me dejo pensando, y podría decir que incluso preocupado.

¿De verdad es lo que todos queremos? Esto es debido a ¿qué consideramos que no tenemos nada que cambiar? ¿a qué nos da pereza cambiar? A ¿qué concretamente se debe esa respuesta?

Por supuesto no vale decir que es que fue una respuesta no meditada, porque entonces con más razón esa respuesta viene de nuestro inconsciente, lo que tiene mayor veracidad de que ese es nuestro sentir interno.

Gandhi dijo que si quieres cambiar al mundo mejor comienza por ti mismo, y de corazón me gustaría que reflexionáramos y tomáramos conciencia de hasta qué punto estamos pidiendo al mundo lo que nosotros no estamos dispuestos a hacer.

Si yo cambio y cada uno cambia, el mundo cambiará.

Ahora bien, si yo intento empujarte a que tú cambies sin hacerlo yo, y tú haces lo mismo conmigo, seguro estoy que terminaremos cabreados y no solo no cambiaremos, sino que a poca insistencia que hagamos terminaremos por cabrearnos y romper esta relación.

¿Es esto lo que de forma más global está pasando en el mundo?

¿Es lo que ocurre en las empresas, países, familias, etc.?

Bien, creo que no hace falta decir cuál es el paso que hay que dar para resolver esos conflictos, esa falta de comunicación y de relación.

No pidas a los demás lo que no estás dispuesto a ser o hacer tú.

El ejemplo es el mayor y mejor maestro y guía.